
El año pasado fue el año de la lucha social, a nivel mundial millones de personas salieron a las calles de diversas ciudades de países de los cinco continentes para manifestar su inconformidad y exigir mejores condiciones de vida, mayor reparto de la riqueza, más derechos laborales y libertad, también se exigía la independencia de algunas regiones como Cataluña en España.
En Bolivia las comunidades indígenas bajaron de las montañas a la ciudad para exigir la renuncia de Jeanine Añez, presidenta interina y su gobierno, instalado de manera inconstitucional después del golpe de estado llevado a cabo por altos mandos del ejército y la policía contra el entonces Presidente Constitucional Evo Morales.
El llamado oasis y señalado en más de una ocasión de ejemplo a seguir en América Latina por su éxito con el modelo capitalista liberal, Chile, se quedó sin agua, su población salió a las calles principalmente para exigir un mejor manejo de los fondos de pensiones, que durante muchos años han sido presa de rapiña de empresas financieras, administradoras de fondos de inversión, que aprovechan estos recursos económicos y regresan una mínima parte de la utilidad generada a los ahorradores, los verdaderos dueños del dinero, condenados a vivir una vejez en escasez, el gobierno de Presidente Sebastián Piñera ante las fuertes movilizaciones de la población, no tuvo otra opción que reformar la constitución para generar políticas públicas de bienestar social.
En Francia los trabajadores salieron de las fábricas para manifestarse en contra de las reformas laborales del presidente Emmanuel Macron, los trabajadores vestidos con chalecos amarillos, alegaban que con la entrada en vigor de las nuevas leyes perderían muchos de los derechos laborales que se lograron gracias a la lucha sindical de las últimas décadas.
Los cedros milenarios de Líbano ardían con las multitudinarias manifestaciones en las calles exigiendo la renuncia de las autoridades gubernamentales, la no manipulación y control de las redes sociales principalmente de la plataforma WhatsApp, misma que fue objeto de restricciones por parte del gobierno afectando a los ciudadanos, esta red se convirtió en un medio de difusión masiva en el país, gracias a las manifestaciones se logró la renuncia de las autoridades pero quedaron pendientes muchas garantías a la libertad de expresión, igualdad y justicia social.
Las sanciones económicas de Estados Unidos sobre Irán por su supuesto programa nuclear con fines militares y enfocado a desarrollar armas de destrucción masiva “la bomba atómica”, han sumergido a la población de la Antigua Persia en una crisis económica resultado de las extensas restricciones comerciales y el bloqueo económico; los iraníes estaban en una constante protesta en contra del gobierno teológico liderado por el Ayatollah Sayyid Ali Khamenei, líder de la Revolución Islámica de Irán, cierto sector del pueblo tiene la esperanza de conseguir el desbloqueo y fin de las sanciones económicas con un gobierno más pro occidental, razón que los obligó a salir a las calles pero fueron fuertemente reprimidos.
Las fuerzas militares que mantienen ocupación en Irak han colmado la paciencia de los ciudadanos de la antigua Mesopotamia cuna de la civilización humana, principalmente jóvenes salieron a las calles para exigir un cese al fuego con los talibanes, la salida de las tropas de occidente y la renuncia de sus corruptas autoridades impuestas y sostenidas por la coalición internacional de la lucha contra el terrorismo, que mantienen un clima de terror y caos total desde hace casi dos décadas dejando a las nuevas generaciones sin oportunidades de desarrollo.
Antigua colonia y centro financiero en Asia de la corona británica, la isla de Hong Kong es el lugar donde se desbordaron las calles durante meses en disputa con el gobierno central chino, la razón fue el rechazo a la propuesta de ley de extradición, misma que puede ser un instrumento de las autoridades de Pekin para perseguir a la oposición política de la isla en su lucha por mantener el alto grado de autonomía actual y la denominación de Región Administrativa Especial, condiciones bajo las cuales fue devuelta la ex colonia, fueron meses de duros e incansables de enfrentamientos con la policía que reprimió fuertemente a la población.
Las manifestaciones sociales son la génesis de grandes cambios políticos, económicos y sociales de una nación, son necesarios y se presentan en las sociedades principalmente que carecen de los medios apropiados de participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones de los poderes públicos. La falta de medios que permiten a la ciudadanía puede salir y cambiar su forma de gobierno y política pública de manera pacífica democrática son escasos en el mundo, por ello, es necesario provocar cambios en el sistema político algunas veces de manera violenta y algunas otras con grandes concentraciones de personas unidas por una misma causa, concentrada la población en un solo lugar ejerce una gran presión al gobierno, obligando a cambiar determinadas políticas públicas. Las manifestaciones sociales en 2019 amenazaban con extenderse cada vez más a otros lugares donde se creía que el sistema económico liberal funcionaba de manera correcta, para la conservación del sistema económico actual era necesario contener a la población, sin embargo, la implementación de medidas coercitivas para hacer frente a este problema resultaría perjudicial.
Con la aparición del nuevo coronavirus (COVID-19) de origen aun desconocido, se ha implementado medias sanitarias para prevenir el contagio entre personas y evitar un alto número de infectados y la pérdida de vidas humanas, donde los más expuestos resultan ser las personas de edad avanzada y aquellos quienes tienen alguna deficiencia de salud.
El distanciamiento social impuesto por las autoridades sanitarias desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta los gobiernos locales y con la fuerza pública en las calles, fue una de las principales medidas restrictivas para evitar contagios del nuevo coronavirus. Esta medida hace suponer o al menos así parece, que el coronavirus resultó ser el antídoto perfecto para contener las manifestaciones sociales a nivel mundial, dispersar a las multitudes poniendo dentro de sus hogares a los manifestantes, gracias al miedo generado por la amenaza de contraer el virus mortal al estar expuesto fuera de casa. El distanciamiento social parece estar siendo utilizado como una herramienta de represión por parte de las elites, esta es una nueva forma de represión social, de disolver una manifestación, de romper el tejido social, de desintegrar a la sociedad poniéndola en una situación de sálvese quien pueda, es reprimir sin violencia, es represión psicológica, ¿a quién benefició que las manifestaciones sociales que exigían cambios radicales en lo político, económico y social se hayan detenido? A la elite que nos gobierna.
De confirmarse que el nuevo corona virus haya sido creado voluntariamente en un laboratorio de virología de los muchos que existen en el mundo y que representan un peligro para la salud publica ¿habrá sido utilizado como herramienta para dispersar a la población que se manifestaba en las calles, tal como granada que cae en medio de un pelotón y rompe filas?, ¿estaremos en la antesala de la era del uso de armas biológicas como método de dominación y represión social?
El 2019 demostró que cuando la ciudadanía se une y sale a las calles a exigir cambios en su sistema político, se logran. Tal parece que el miedo a la muerte a matado los deseos de cambio en la sociedad, está por verse si estamos dispuestos a unir fuerzas y salir a las calles a continuar con la lucha por un mundo mejor, una vez que el peligro haya pasado.