
El presidente estadounidense, Donald Trump tomó la decisión de dejar fuera de las medidas arancelarias que entraron en vigor el 5 de marzo a algunos fabricantes de automóviles que podrían ser afectados por los nuevos aranceles impuestos a México y Canadá, bajo el argumento de que no han abordado adecuadamente los reclamos de Washington para detener tanto el flujo de migrantes y precursores de fentanilo hacia el interior del país.
Un día después de la entrada en vigor de las medidas arancelarias de Washington contra sus principales socios comerciales México y Canadá, Trump ordena eximir de las tarifas a empresas que operan en territorio mexicano entre ellas General Motors, Ford y Stellantis durante un mes.
Canadá por su parte, ha intensificado las negociaciones con Washington para tratar de contrarrestar las medidas arancelarias impuestas unilateralmente por Trump.
A los productos canadienses se le impuso tasas arancelarias del 25 por ciento, con excepción de la energía que cargará con tarifas del 10 por ciento.
El martes la ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, dijo en referencia a las negociaciones que: «nunca negociaremos contra nosotros mismos”, declaró la alta funcionaria.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, declaró el miércoles que, frente a los aranceles de Trump, “es un momento definitivo para México, responder es un asunto de dignidad”.
Sheinbaum Pardo adelantó que de seguir adelante con las medidas arancelarias se coordinará con Canadá y otros países para responder de manera coordinada a los aranceles, “no habrá sumisión”, declaró Sheinbaum.
De acuerdo con Reuters, «las acciones de automóviles subieron tras la noticia, con General Motors subieron un 5,3% y Ford subió un 4,1%», detalló el medio.
La desacertada guerra comercial de Washington en contra de sus principales socios comerciales, afectaran de manera significativa a la economía estadounidense con la inflación que provocará. Imponer aranceles como medida para provocar una reacción por parte del gobierno mexicano y canadiense para combatir el narcotráfico, es una medida cortoplacista y que no resolverá el problema, puesto que, podrían encontrar nuevas formas de producir estupefacientes dentro del territorio estadounidense
Detener el flujo de fentanilo sin duda ayudará, pero si no se combate y reducen los altos índices de drogodependencia entre los estadounidenses, no servirá de mucho.