
Del siglo XIX al siglo XXI. Parte IV de IX.
Las relaciones entre Lincoln y Juárez.
Abraham Lincoln (presidente de Estados Unidos, 1861–1865) y Benito Juárez (presidente de México, 1858–1872) fueron contemporáneos que enfrentaron crisis nacionales durante períodos superpuestos. Su relación, aunque indirecta, se basó en principios ideológicos compartidos y circunstancias geopolíticas.
Juárez combatió la ocupación francesa de México (1861–1867). Lincoln, aunque adherido a la Doctrina Monroe, no pudo actuar directamente a favor de la causa juarista debido a la Guerra Civil estadounidense (1861–1865).
Ambos defendieron reformas liberales, la democracia y la defensa de las instituciones republicanas. Lincoln luchó por preservar la Unión y abolir la esclavitud, mientras Juárez resistió la imposición monárquica de Maximiliano I y las fuerzas conservadoras en México. La Proclamación de Emancipación (Lincoln, 1863) y las Leyes de Reforma (Juárez, 1859–1863) reflejaron su visión de transformación social progresista.

Estados Unidos, bajo Lincoln, rechazó reconocer al régimen de Maximiliano y mantuvo relaciones con el gobierno en el exilio de Juárez. Esta postura fue impulsada por el secretario de Estado William H. Seward, brindando apoyo diplomático a México durante la intervención francesa.
Tras la Guerra Civil (1865), Estados Unidos movilizó tropas en la frontera con México y exigió la retirada francesa. Esta presión, iniciada bajo Lincoln pero ejecutada bajo Andrew Johnson, contribuyó al colapso del Imperio de Maximiliano en 1867. La mayor asistencia (armas y presión política) ocurrió tras el asesinato de Lincoln (abril de 1865), bajo el gobierno de Johnson.
Por otra parte, la ayuda de Abraham Lincoln hacia Margarita Maza de Juárez, esposa de Benito Juárez, fue indirecta, enmarcándose en el contexto del apoyo diplomático que Estados Unidos brindó al gobierno republicano de Juárez durante la intervención francesa en México.
Aunque no hay registros de una comunicación directa entre Lincoln y Margarita, sí existen acciones y circunstancias que beneficiaron a la familia Juárez-Maza durante su exilio y lucha.
Durante la ocupación francesa, Benito Juárez y su gobierno se vieron obligados a desplazarse por el norte de México, mientras su familia (incluida Margarita y sus hijos) enfrentaba peligros constantes. En 1864, Margarita Maza y algunos de sus hijos buscaron refugio en el consulado de Estados Unidos en la ciudad de Nueva York, donde recibieron protección diplomática. La ayuda concreta a la familia Juárez (como el asilo en Nueva York) fue gestionada por funcionarios de menor rango o por el Departamento de Estado, más que por una orden explícita de Lincoln. La administración Lincoln sentó las bases para que la familia del presidente mexicano encontrara refugio y apoyo en suelo estadounidense.
Aún cuando no hay evidencia de que Lincoln ordenara personalmente este apoyo, la política de su administración de reconocer únicamente al gobierno de Juárez (y no al Imperio de Maximiliano) facilitó que las representaciones diplomáticas estadounidenses brindaran ayuda a los exiliados mexicanos leales a Juárez.
En una carta de 1865, Margarita Maza agradeció al embajador Corwin por su apoyo, mencionando que la causa de Juárez y la de Lincoln estaban unidas en la defensa de la libertad. Este gesto sugiere que la familia Juárez percibía a Lincoln como un aliado indirecto.
Acerca del autor

Rodolfo Ondarza Riovira
Rodolfo Ondarza Riovira*. Neurocirujano, activista en defensa de DDHH, Presidente de la Comisión de Salud durante la VI Legislatura de la ALDF, por mayoría relativa del Partido del Trabajo, México. Periodista. Miembro de la Academia de Geopolítica y Estrategia. Ex Candidato a la presidencia de la CNDH.