
Del siglo XIX al siglo XXI.
Las Mujeres durante la Segunda Intervención Francesa.
Amado Nervo escribe un poema llamado Guadalupe La Chinaca, dedicado a las valerosas mujeres que participaron contra el invasor durante la Segunda Intervención Francesa.
Transcribo aquí parte del poema.
…Guadalupe está orgullosa
de su prieto: ser su esposa le parece una ilusión,
y al mirar que en la pelea
Pantaleón no se pandea, grita: ¡viva Pantaleón!
Ella cura a los heridos
con remedios aprendidos en el rancho en que nació,
y los venda en los combates
con los rojos paliacates que la pólvora impregnó.
En aquella madrugada, todo halaga su mirada,
finge pórfido el nopal,
y los órganos parecen candelabros que se mecen
con la brisa matinal…
…se dirige al campamento donde reina el movimiento
y hay mitote y hay licor;
porque ayer fue bueno el día,
pues cayó en la serranía un convoy del invasor.
Qué mañana tan hermosa: ¡cuánto verde, cuánta rosa!
y qué linda en la extensión
rosa y verde se destaca
con su escolta la chinaca que va a ver a Pantaleón.
Durante la Batalla de Puebla la presencia de las mujeres ocupó un papel esencial como ha ocurrido en todos los conflictos bélicos en México.
En los acontecimientos políticos y militares, las mujeres han desarrollado participaciones fundamentales que han decidido el destino de la nación, muchas veces acompañando valerosamente a sus hombres al ser enlistados a manera de soldaderas o mujeres voluntarias.
Las chinacas (chinacas rojas), mujeres guerrilleras o soldaderas, participaron en la resistencia contra la Segunda Intervención Francesa en México (1861-1867) y en la defensa de la República durante el gobierno de Benito Juárez. Las chinacas verdes, conservadoras representaron grupos antagónicos.
En el caso de la Batalla de Puebla las mujeres de la Sierra, campesinas no contabilizadas en los listados militares, realizaron valientemente diversas funciones; tuvieron roles logísticos, sostuvieron el avance de tropas y la retaguardia en combate, no únicamente cuidando a sus hijos, esposos, padres, sino como enfermeras, cocineras, mensajeras, constructoras de trincheras, proveedoras de recursos, y mantuvieron redes de apoyo en pueblos y zonas rurales.
Participaron en el combate directo, ya que algunas tomaron las armas, especialmente en regiones como Puebla, Michoacán y Veracruz, donde la resistencia fue intensa una heroína combatiente fue Margarita Ortega, una guerrillera que que lideró un grupo guerrillero en la región montañosa de Michoacán, realizando emboscadas, cortando rutas de suministro y atacando a las tropas imperiales, fue fusilada por fuerzas imperiales en 1865.
Participaron también en funciones de espionaje en zonas enemigas y comunicación, llevando información entre las tropas republicanas, y ayudaban a evadir emboscadas.
Agustina Ramírez, nacida en 1813 en Mocorito, Sinaloa, indígena y valiente, heroína al entregarle a Benito Juárez a sus trece hijos para que lucharan en defensa de la República y contra la intervención francesa, de los que únicamente uno sobrevivió al conflicto armado.
Agustina Ramírez, Benemérita del Estado de Sinaloa, es un claro ejemplo de como desde las bases del pueblo de México la mujer participó patrióticamente en esta guerra.
Además de Margarita Ortega y de Agustina Ramírez hay registro de otras grandes mujeres como Carmen Vázquez, quien luchó junto a su esposo, el coronel liberal Juan Nepomuceno Vázquez, en Puebla; o Leonor Dávalos, quien participó en la defensa de Querétaro en 1867.
Nombres como el de Margarita Ortega encarnan la lucha de miles de mexicanas anónimas que defendieron su tierra e ideales en momentos críticos.
Acerca del autor

Rodolfo Ondarza Riovira
Rodolfo Ondarza Riovira*. Neurocirujano, activista en defensa de DDHH, Presidente de la Comisión de Salud durante la VI Legislatura de la ALDF, por mayoría relativa del Partido del Trabajo, México. Periodista. Miembro de la Academia de Geopolítica y Estrategia. Ex Candidato a la presidencia de la CNDH.