
El ejercito francés toma la Ciudad de México (1863)
Del siglo XIX al siglo XXI.
Lo que siguió a la Batalla de Puebla.
Los franceses regresaron un año después, y se libró una segunda Batalla de Puebla combatiendo esta vez 35,000 franceses contra 29,000 mexicanos en un largo sitio de 62 días; con avance posterior a la Ciudad de México, estableciéndose así el Segundo Imperio Mexicano.
La adoración de una mano de madera y la Legión Extranjera.
Llevar la mano de madera en el desfile anual cada el 30 de abril se considera el mayor honor para un veterano condecorado de la Legión, puesto que se le considera un símbolo de su espíritu de coraje y sacrificio.
Esa prótesis perteneció al Capitán Jean Danjou, oficial de la Legión, quien perdió su mano izquierda en una explosión accidental en 1856, durante la Guerra de Crimea; mano de madera especialmente asociada con la Batalla de Camarón de 1863, batalla en la que poco más de 60 legionarios, liderados por Danjou, resistieron contra un ejército mexicano muy superior numéricamente, aunque no en formación militar ni en armamento, en Camarón de Tejeda, en Veracruz.
La Legión Extranjera francesa, plurinacional, formó parte del cuerpo expedicionario de Napoleón III en México. Jean Danjou y su tropa tenían la misión de resguardar un envío de suministros el 29 de abril de 1863. Al día siguiente se enfrentaron con una gran columna republicana.
Danjou fue uno de los primeros en caer, antes de morir le hizo jurar a sus hombres “Lucharemos hasta el final”. Ante su bravura, los oficiales mexicanos aceptaron atender a los heridos y dejar marchar con sus armas al puñado de sobrevivientes. La prótesis de Danjou fue enviada a Francia, donde aún se le rinde honores.
Ataque de las fuerzas imperiales francesas en el Pacífico mexicano.
La heroica defensa de Mazatlán.
La flota francesa atacó Mazatlán durante la Segunda Intervención Francesa en México por razones estratégicas, económicas y políticas vinculadas a los objetivos del Segundo Imperio Mexicano y sus aliados conservadores. El ataque fue parte de una estrategia para debilitar la resistencia juarista en el occidente de México. Mazatlán también había sido un blanco recurrente en conflictos anteriores (como la invasión estadounidense de 1847), lo que subrayaba su valor estratégico.
Mazatlán fue acechado por los franceses desde un par de años antes de la famosa batalla. En mayo de 1862 la corbeta francesa La Bayonnaise, comandada por el Vicealmirante. Edmond Jurien de la Gravière llegó a Mazatlán dando inicio al bloqueo del puerto, que se extendió hasta el 18 de junio.
El ataque francés a Mazatlán, liderado por el contraalmirante Léon Bouët-Willaumez, fue motivado por su valor geopolítico, la necesidad de debilitar a Juárez y consolidar el proyecto imperial de Maximiliano.
Mazatlán, con una economía pujante y población cosmopolita, representaba un símbolo de resistencia liberal que desafíaba la legitimidad de Maximiliano, por otra parte, el puerto era un centro de comercio internacional, donde coexistían migrantes europeos, estadounidenses y asiáticos, lo que lo convertía en un escenario político y propagandístico relevante.
Mazatlán era un puerto clave en el Pacífico mexicano, vital para el comercio internacional y el control de rutas marítimas, con el objetivo de debilitar a las fuerzas republicanas de Benito Juárez, que operaban desde el norte. La toma del puerto era importante para interrumpir el flujo de recursos hacia los liberales.
El puerto también era vital para el aprovisionamiento y la comunicación con Europa y otras colonias francesas. Mazatlán era un objetivo geoestratégico dado que al tomarlo se podía impedir la llegada de cargamentos de armas y municiones procedentes, por ejemplo, de San Francisco para reforzar a los juaristas; además del propósito de confiscar la aduana del pacífico mexicano con la mayor recaudación de fondos necesarios la defensa nacional.
Entre el 26 y 31 de marzo de 1864, una corbeta francesa, La Cordelière, corbeta de guerra de primera clase, contaba con 30 cañones; medía 43 metros de eslora, 12 metros de manga y cinco de puntal y arboladura de tres mástiles; contaba con la capacidad de transportar una tripulación de hasta 250 hombres. Su comandante era el capitán Henri Edmé Marie Martineau des Chenez.
Ancló al poniente de la isla de Venados e intentó bloquear y tomar el puerto para impedir que los liberales recibieran suministros o apoyo exterior. El control de Mazatlán también permitiría a Francia proyectar influencia hacia regiones del interior de Sinaloa o Sonora, donde existían intereses mineros y comerciales.
La flota francesa bombardeó Mazatlán, bastión de las fuerzas juaristas, y realizó intentos de desembarco, pero fue repelida por las fuerzas mexicanas al mando del Coronel Gaspar Sánchez Ochoa y el Capitán Marcial Benítez, quienes utilizaron artillería costera y tácticas defensivas. La resistencia demostró que, a pesar de la superioridad militar francesa, las fuerzas locales podían organizarse eficazmente, incluso sin apoyo centralizado.
El 24 de marzo de 1864 La Cordeliere llega a Mazatlán, el 26 de marzo, era miércoles de semana santa, fue enviado un bote de reconocimiento que fue atacado por las fuerzas mexicanas con un cañón ligero a unos 400 metros de tierra.
El desembarco se realizó el día 28 de marzo, dirigiendo la corbeta 14 lanchas a la playa, consiguiendo el desembarco las tropas de 11 de ellas, que se enfrentaron a los hombres del coronel Sánchez Ochoa; los combates se dieron entre Playa Norte y el Camarón; mientras tanto el capitán Marcial Benítez hizo fuego contra las otras tres lanchas que permanecían en el mar. Las tropas imperialistas fueron derrotadas y obligadas a huir hacia La Cordelière.
El resultado de este combate fue de varios muertos y heridos por parte de los invasores franceses, y tres heridos y un muerto por parte de los mexicanos.
El día 31 de marzo La Cordelière inició el bombardeo a la fortificación mazatleca.
El navío francés realizó entre 300 y 400 disparos, los mexicanos en 158 ocasiones con una sola pieza de artillería de largo alcance emplazada en la playa norte.
En este bombardeo las tropas mexicanos sufrieron varios heridos, mientras que La Cordeliere recibió cinco balas de cañón en el casco.
Finalmente, meses después, al terminar sus reparaciones, levó anclas dejando las costas de Mazatlán.
La victoria republicana y fracaso francés en tomar el puerto, acotaron los objetivo imperialistas y se reforzó la moral de las fuerzas republicanas como un símbolo heroico de la soberanía nacional.
La presencia de potencias como Estados Unidos y Reino Unido en el Pacífico podría haber complicado las acciones francesas. Además, la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865) limitó la capacidad de EE.UU. para intervenir directamente, pero Francia prefirió evitar riesgos en esa zona.
La heroica resistencia local, hoy parte de la identidad mazatleca, marcó un hito en la defensa de la soberanía nacional durante uno de los conflictos más críticos del siglo XIX mexicano. Cada año, durante el Carnaval Internacional de Mazatlán, se recrea el Combate Naval con fuegos artificiales, recordando la victoria de 1864.
La flota francesa que se usó en el Pacífico, durante la segunda intervención, se constituyó por nueve buques: La Victoire, La Bayonnaise, D´Assas, Diamante, Lucifer, Cordelière, Rhin, Marie, y el Talismán. Sólo estos tres últimos no estuvieron en Mazatlán en labores bélicas. Victoire, D´Assas, Diamante y Lucifer fueron los encargados finalmente de tomar este puerto en noviembre de 1864 tras un breve bombardeo.
En 1865, durante la ocupación francesa de Mazatlán, La Cordelière realizó aprovisionamiento de armamento a las tropas galas entre Mazatlán y Guaymas.
La retirada de las tropas francesas y la captura de Maximiliano.
Tras la Batalla de Puebla, el ejército francés logró reponerse y logró tomar Puebla y posteriormente la Ciudad de México, provocando el exilio del gobierno de Benito Juárez.
Los peligros que ha surcado la República han sido grandes. En la esfera geopolítica el Segundo Imperio Mexicano fue reconocido por múltiples naciones europeas, como Austria, Reino Unido, España Prusia y Bélgica.
Al terminar su guerra interna de Secesión en 1865, EEUU exigió la salida francesa de México, invocando la Doctrina Monroe, y apoyó con armas a las fuerzas de Juárez.
En 1867, Porfirio Díaz fue fundamental para la expulsión de las tropas invasoras y de sus aliados mexicanos del bloque conservador.
El General de Brigada, Porfirio Díaz, había consolidado su posición política, social y militar gracias a sus acciones de armas en la Batalla de Puebla.
En 1867, las tropas francesas se retiraron, con una pérdida aproximada en su invasión de 11,000 hombres los franceses se retiraron incondicionalmente de México en 1867 ante la amenaza prusiana en Europa y la presión estadounidense.
El archiduque Maximiliano de Habsburgo fue capturado y fusilado el 19 de junio de 1867, en el cerro de las Campanas en Querétaro, y México restauró la República bajo Juárez.
La prensa europea de aquellos años calificó a Juárez como “indio salvaje” y a México, como “un país de hordas”.
Ante las calumnias europeas el presidente Juárez redacta el “Manifiesto justificativo de los castigos nacionales en Querétaro”, donde escribe sobre las implicaciones jurídicas, soberanas, históricas y humanas, que tuvo en México, la usurpación del poder legal y legítimamente constituido, por una monarquía europeo.
Acerca del autor

Rodolfo Ondarza Riovira
Rodolfo Ondarza Riovira*. Neurocirujano, activista en defensa de DDHH, Presidente de la Comisión de Salud durante la VI Legislatura de la ALDF, por mayoría relativa del Partido del Trabajo, México. Periodista. Miembro de la Academia de Geopolítica y Estrategia. Ex Candidato a la presidencia de la CNDH.