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La OTAN celebró su cumbre en Vilnius, la capital de Lituania, a la cumbre de dos días asistieron 31 líderes de los países miembros y Suecia.
La cumbre es muy significativa debido al contexto internacional actual, la guerra de Ucrania, la adhesión de Suecia a la organización como miembro número 32 y el apoyo a la candidatura de Ucrania para formar parte de la alianza fueron el tema central en las discusiones de los aliados.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó la cumbre como histórica debido al acuerdo sobre Suecia y su proceso para formar parte de la alianza. Stoltenberg también prometió aumentar el apoyo práctico y político a Ucrania para acercarla más a la alianza, «Espero que los aliados envíen un mensaje claro, unido y positivo en el camino hacia la membresía de Ucrania», dijo Stoltenberg justo al llegar a las conversaciones.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, asistió a la cumbre como invitado especial, a pesar del apoyo que mostró el secretario Stoltenberg, Zelenski habló en contra de lo que él calificó como una reacción débil en torno a la candidatura de Ucrania para ingresar en la OTAN. «Es absurdo y sin precedentes cuando no se establece un plazo, ni para la invitación ni para la membresía de Ucrania», dijo Zelenski, añadió que “Ucrania también merece respeto”. Hay que recordar que ese respeto que ahora exige, se perdió cuando decidió entregar el país a occidente y convertirlo en punta de lanza de la guerra de occidente contra Rusia.
En Washington la cumbre es motivo de alegría puesto que, para el presidente Joe Biden la cumbre es un “momento histórico”, a la vez representa una oportunidad para recordarle a Rusia que la expansión de la OTAN es una consecuencia directa de su decisión de invadir Ucrania, es decir que, si Rusia pretendía alejar a la OTAN de la frontera, no ha hecho otra cosa más que provocar su acercamiento, lo cual ha sido muy contraproducente para Moscú.
Biden dijo que, Estados Unidos coincidía con una propuesta de los aliados para trazar un camino hacia el ingreso eventual de Ucrania.
Finlandia es el 31er miembro de la alianza, y Suecia está camino de ser el 32do. los dos países nórdicos mantenían una tradición histórica de no alinearse a ningún eje antagónico, sin embargo, la invasión a Ucrania aumentó los temores a una Rusia más agresiva que buscara expandir su dominio por territorio nórdico, a lo cual, la respuesta fue buscar ese paraguas defensivo que brinda la OTAN y así evitar al máximo cualquier intento de agresión rusa.
En Moscú el portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, en referencia a la cumbre dijo que «Se trata de la cumbre de una alianza que es de naturaleza vehementemente antirrusa; Rusia también es percibida por ellos como un enemigo, como un adversario, y las discusiones se llevarán a cabo precisamente en este espíritu”, dijo el funcionario del Kremlin.
«Estamos rastreando esto muy a fondo porque, por supuesto, muchos comentarios definitivamente serán analizados cuidadosamente para tomar medidas dirigidas a garantizar nuestra propia seguridad», dijo el secretario de prensa de Putin.
La alianza tomó la decisión de prometer invitar a Kiev cuando se cumplan todas las condiciones para la membresía, aprobaron un paquete de tres elementos para acercarla a la OTAN, «primero, un nuevo programa de asistencia de varios años para Ucrania. Para permitir la transición de la era soviética a los estándares, entrenamiento y doctrinas de la OTAN. Para ayudar a reconstruir el sector de seguridad y defensa de Ucrania. Y para cubrir necesidades críticas como combustible, equipo de desminado y material médico”, el «segundo, un nuevo Consejo OTAN-Ucrania. Un foro para consultas de crisis y toma de decisiones donde nos reuniremos como iguales», por último, “tercero, los aliados reafirman que Ucrania será miembro de la OTAN. Y acuerdan eliminar el plan de acción de membresía. Esto cambiará el camino de Ucrania de un proceso de dos pasos a un proceso de un paso” en su camino a la adhesión a la organización militar.
La cumbre de la OTAN en Vilnius es un gran revés para Putin porque la alianza se presenta con más unidad, fuerza y mayor tamaño en comparación con el que tenía al inicio de la operación militar especial, misma que pretendía evitar que el país se uniera a la alianza para aumentar la esfera de influencia. La adhesión de Finlandia y muy pronto de Suecia representa lo contrario, es una situación crítica para Rusia. Con la adhesión de Suecia a la alianza, Rusia estará más aislada y alejada de Europa, una situación que tomaría décadas revertir.
La adhesión de Ucrania a la OTAN primero tiene que recorrer un largo camino, porque Putin lo dejó muy claro desde el principio en no permitir que Ucrania forme parte de la alianza. Occidente controla a Zelenski con engaños y promesas vacías para que este se mantenga en el frente de batalla creyendo que eso le hará ganar méritos para ser parte de ese club privilegiado que vive en el jardín europeo.
No hay señales de que el conflicto entre Ucrania y Rusia pueda terminar pronto, la autorización de envío de bombas de racimo a Ucrania por parte de Washington tienen la intención de prolongar el conflicto para seguir intentando debilitar a Rusia, es decir, Rusia está enredada en la telaraña de la trampa, y aunque no ha perdido la guerra en el campo de batalla, sí perdió gran parte de la participación que tenía en el mercado del gas natural de Europa a causa de las sanciones económicas, e infraestructura estratégica como los gasoductos Nordstream 1 y Nordstream 2, también está perdiendo ese espacio de amortiguamiento que existía con la OTAN, es decir, las amenazas a la seguridad del Estado ruso se han incrementado, Bielorrusia no será suficiente para brindar la profundidad estratégica que Moscú requiere, veremos si el Kremlin replantea sus líneas rojas.
Es muy probable que el camino de Ucrania hacia la OTAN estará despejado hasta que, Vladimir Putin deje el poder en Rusia.