Mucho está apareciendo en los medios sobre la tensión entre Estados Unidos y China y las declaraciones hostiles, es preocupante y muchas personas en todo el mundo están preocupadas por el futuro de este mundo. Es un hecho bien reconocido que China y EE. UU. son dos grandes potencias y militarmente muy fuertes, lo suficientemente fuertes como para destruirse mutuamente, incluso al resto del mundo. Bajo este escenario, es bien entendida la preocupación pública.
Mirando a los medios, se justifica que todos estén bajo estrés debido a la rivalidad de los dos grandes países. Las declaraciones oficiales y los anuncios de los líderes siguen siendo muy hostiles. Especialmente, con respecto a Taiwán y el Mar de China Meridional, la acumulación militar está conduciendo a la confrontación. Estados Unidos se está uniendo contra China y utiliza los medios como una herramienta para difamar a China, distorsionar a China y crear obstáculos en el ascenso de China.
Sin embargo, tengo la esperanza de que haya paz y una solución negociada de todas las disputas y diferencias entre China y EE. UU. Está bien concebido que China siempre espera la paz y nunca inicia ninguna pelea. Está en el ADN chino permanecer en paz. En la historia de varios miles de años, China no ha invadido ningún otro país. Y hasta la fecha, los chinos parecen ser una nación amante de la paz.
Comparto mis observaciones e ideas sobre las recientes visitas diplomáticas del Secretario de Estado Antony Blinken y el Diplomático Senior Kessenger a China. Es evidente que existe una voluntad genuina por parte estadounidense de disipar las tensiones y mejorar las relaciones con China, y apoyo de todo corazón este enfoque. Las visitas del Secretario Blinken y el Diplomático Senior Kessenger sirven como un paso significativo hacia el fomento de un compromiso más constructivo y cooperativo entre las dos naciones.
La visita sorpresa del exsecretario de Estado de EE. UU. de 100 años se produce cuando John Kerry, el enviado climático de EE. UU., se encuentra en Beijing para reunirse con funcionarios chinos para discutir cómo los dos países pueden cooperar para enfrentar la crisis climática. Kerry es el último de una serie de altos funcionarios estadounidenses que han viajado a China este verano, después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, completara un viaje largamente esperado en junio. “Ni Estados Unidos ni China pueden darse el lujo de tratar al otro como un adversario. Si los dos países van a la guerra, no conducirá a ningún resultado significativo para los dos pueblos”, dijo Kissinger en el comunicado chino.
Kissinger ha advertido repetidamente sobre las consecuencias “catastróficas” de un conflicto entre Estados Unidos y China.
El enfoque adoptado por los Estados Unidos en estas misiones diplomáticas exhibe varios indicadores clave de su voluntad de mejorar las relaciones:
Compromiso y diálogo: la decisión de enviar funcionarios de alto nivel demuestra el compromiso de entablar un diálogo directo con sus homólogos chinos. Los canales de comunicación abiertos son vitales para comprender las perspectivas de los demás y abordar las inquietudes de manera más efectiva.
Búsqueda de un terreno común: tanto el secretario Blinken como el diplomático sénior Kessenger han enfatizado la importancia de encontrar áreas de interés mutuo y cooperación. Al centrarse en objetivos e intereses compartidos, EE. UU. busca construir puentes y superar los temas contenciosos.
Abordar las diferencias con respeto: si bien reconocen la existencia de diferencias, los funcionarios estadounidenses las han abordado de manera respetuosa. Este enfoque busca evitar escaladas innecesarias y crear un ambiente propicio para encontrar soluciones comunes.
Compromiso multilateral: EE. UU. ha enfatizado la importancia de la cooperación multilateral para abordar desafíos globales como el cambio climático, las pandemias de salud y la estabilidad económica. Este enfoque reconoce que trabajar juntos en temas globales es beneficioso tanto para los países como para la comunidad internacional.
Estabilidad a largo plazo: Estados Unidos está demostrando su compromiso de fomentar una relación estable, predecible y constructiva con China. Esta perspectiva es crucial para reducir la incertidumbre y promover una cooperación sostenible.
Como defensor de las relaciones internacionales pacíficas, creo firmemente que la comunicación abierta, el respeto y la voluntad de encontrar puntos en común son elementos esenciales para resolver las diferencias entre las naciones. Las visitas recientes del secretario Blinken y el diplomático sénior Kessenger reflejan un paso positivo hacia el cierre de brechas y la promoción de una relación más estable y cooperativa entre EE. UU. y China.
Si bien, sin duda, persisten los desafíos, los esfuerzos diplomáticos mostrados por las autoridades estadounidenses ofrecen la esperanza de un camino más constructivo por delante. Como ciudadanos del mundo preocupados, apoyemos y animemos estas iniciativas diplomáticas, ya que tienen el potencial de generar un futuro más próspero y armonioso para ambas naciones y el mundo en general.
Se debe enfatizar que no todo está bien, aún existen problemas y preocupaciones, pero, con optimismo, creo que hay una voluntad de paz y espero que la paz prevalezca.Se debe enfatizar que no todo está bien, aún existen problemas y preocupaciones, pero, con optimismo, creo que hay una voluntad de paz y espero que la paz prevalezca.
Enlace de referencia: – https://moderndiplomacy.eu/2023/07/21/optimistic-on-us-china-relations/