Imagen del ensayo del misil de crucero con propulsión nuclear Burevestnik International Institute for Strategic Studies
Rusia finaliza ensayos de misil Burevéstnik, destacando el alto nivel de fiabilidad de las fuerzas de disuasión nuclear rusas
El presidente de Rusia, Vladímir Putin anunció este domingo que la prueba final del nuevo misil de crucero de propulsión nuclear, Burevéstnik ha tenido éxito, «las pruebas decisivas ya han concluido», declaró Putin; agrego que falta mucho trabajo para desplegar y hacer operacional la nueva arma nuclear rusa.
Putin calificó el nuevo misil 9M730 Burevéstnik (Storm Petrel) con motor de propulsión nuclear como una «arma única que no tiene nada parecido y que no tiene contrapartes en el mundo», resaltó que este misil posee un «rango ilimitado», gracias a que su motor utiliza combustible nuclear, el mismo que se utiliza en las centrales nucleares para generar de energía eléctrica, que le permite mantenerse en vuelo por meses antes de alcanzar su objetivo final en cualquier parte del mundo. Buresvéstnik puede perforar cualquier escudo de defensa.

El nuevo misil 9M730 Burevéstnik puede volar a una velocidad máxima de 1,300 km/h con un rango de alcance global de vuelo rasante y maniobrable con cargar nucleares; además puede superar cualquier sistema de defensas antimisiles del mundo, incluyendo el de Estados Unidos. El desarrollo del misil comenzó en 2001 cuando Washington se retiró del Tratado de Misiles Anti-Balísticos (ABM) suscrito por Moscú y Washington en plena Guerra Fría (1972), Moscú tiene previsto que entre en servicio en 2027.
La prueba de Burevéstnik se realizó el 21 de octubre y recorrió una distancia de 14.000 kilómetros, durante casi 15 horas de vuelo, que no es su límite, la fuente de energía lo mantiene en vuelo por tiempo ilimitado.
«El misil completó todas las maniobras verticales y horizontales y, de esa forma, demostró sus grandes posibilidades a la hora de eludir los sistemas antiaéreos y antimisiles», ha explicado el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerásimov.
El exoficial del ejército estadounidense Stanislav Krapivnik, ha calificado el nuevo misil de crucero ruso como «una revolución» que incluso desafía al sistema de defensas antimisiles de Trump, «Cúpula Dorada», asegura que Estados Unidos necesitaría una cobertura completa, es decir que antes de entrar en funciones, Burestnik ya la ha sobrepasado.

«Esta semana, las FFAA de Rusia llevaron a cabo un ejercicio de las fuerzas estratégicas ofensivas, durante el cual se efectuaron lanzamientos de entrenamiento y combate de todos los componentes de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia, así como pruebas de modelos avanzados de armamento», señaló el presidente del país, Vladímir Putin, durante una reunión con altos comandantes militares.
La revelación del estratégico Burevéstnik llegá en un momento crucial en que las relaciones entre el Kremlin y Washington tienen un notable enfriamiento, por las recientes sanciones económicas que ha impuesto Washington y la Unión Europea al sector energético de Rusia, su principal fuente de ingresos. Putin deja claro que Rusia no es un oso de papel como lo ha llamado Trump, el misil nuclear demuestra que Rusia está a la vanguardia en la tecnología militar muy por delante de los países occidentales, define que el gigante euroasiático está dispuesto a defender su soberanía e integridad territorial con los medios que sean necesarios.
Hasta el momento de esta edición los altos cargos militares occidentales no se han pronunciado públicamente al respecto del Burevéstnik.
Acerca del autor
Salvador Luna es Analista Geopolítico, egresado de Ciencias Políticas; Fundador del sitio web www.geostrategy.com.mx, especializado en análisis geopolítico y geoestrategia; Ha participado en diversos medios de comunicación, como Sputnik, Geopolitik.ru y Katheon.
Para el Sr. Luna, la Geopolítica es la ciencia que estudia cómo la geografía influye en el desarrollo de las relaciones políticas, económicas, culturales y militares de los actores internacionales, con el objetivo de diseñar e implementar estrategias orientadas al dominio del espacio.
También considera que no hay guerra sin geopolítica, ni geopolítica sin guerra, todas las guerras se desarrollan en torno a este principio; dicho de otra manera, desde la antigüedad, la civilización humana ha practicado la guerra con la finalidad de dominar el espacio necesario para garantizar la supervivencia.
La historia de la humanidad es la historia de la guerra, la guerra configura el destino de la humanidad.




