El miércoles 30 de agosto, un grupo de altos mandos militares de Gabón anunció en televisión que asumen el control del país y que quedan anulados los resultados de las elecciones generales del pasado 26 de agosto.
El golpe militar en Gabón se dio días después de la celebración de elecciones en las que el presidente Ali Bongo fue ratificado reelecto con el 64% de los votos por tercera vez por la comisión electoral; mientras que su principal rival Ondo Ossa obtuvo casi el 31% .
El miércoles 30 de agosto, Brice Oligui Nguema, comandante en jefe de la Guardia Republicana, se convirtió en el nuevo hombre fuerte del país después de que los militares protagonizaran un putsch, declarando que ponían fin al régimen.
El general Oligui Nguema Brice fue nombrado por unanimidad presidente del Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones, presidente de la Transición», declaró un oficial en presencia de decenas de superiores y generales representantes de todas las ramas del Ejército gabonés, según el comunicado.
Oficiales militares liderados por el general Brice Oligui Nguema tomaron el poder el miércoles, pusieron a Bongo bajo arresto domiciliario e instalaron a Nguema como jefe de Estado, poniendo fin a los 56 años de dominio de la familia Bongo en el poder.
El golpe, el octavo en África occidental y central en tres años, ha generado preocupaciones sobre un contagio de tomas militares en toda la región que han borrado el progreso democrático logrado en las últimas dos décadas.
Lo ocurrido en Gabón constituye el octavo golpe militar en África central y occidental en tres años y se produce aproximadamente un mes después de la caída de Mohammed Bazoum en Níger.
Gabón reabrió sus fronteras el sábado, dijo un portavoz del ejército, tres días después de cerrarlas durante un golpe militar que derrocó al presidente Ali Bongo.
Las tomas de poder se producen en una región donde la inseguridad y la pobreza generalizada han debilitado a los gobiernos electos, generalmente aliados a las potencias internacionales con intereses estratégicos.
Los líderes golpistas han estado bajo presión internacional para restaurar el gobierno civil, pero anoche dijeron que no se apresurarían a celebrar elecciones.
Reuters/France24
Análisis Geopolítico de la Guerra