Autor: Salvador Luna
Los lideres de la Unión Soviética lo tuvieron muy claro en su momento, era necesario mantener un perímetro de seguridad en las fronteras de Rusia para asegurar su existencia ante la intentona del bloque occidental por conquistar las tierras euroasiáticas.
El proyecto de tratado entre Estados Unidos y Rusia sobre garantías de seguridad que presentó el Presidente de la Federación de Rusia el 17 de diciembre a su contra parte Estados Unidos, es un esencial e importante documento en momento que se vive la mayor tensión en Europa desde finales de la guerra fría cuando se enfrentó el bloque comunista de la URSS y el bloque capitalista encabezado por EEUU y la OTAN.
El presidente Putin que desconfía de las promesas verbales y se distingue por sus habilidades de estadista presentó el proyecto para establecer por escrito y con bases jurídicas, las garantías de seguridad para Rusia, cuando Ucrania insiste férreamente en ingresar a la Organización del Tratado del Atlantico Norte.
Entre los mas relevante que el tratado plantea está: 1) la no expansión de la OTAN hacia el este(las fronteras rusas) y en territorio de la ex Unión Sovietica, así como, la no adhesión de los estados que la conformaron 2) la resolución pacifica de las controversias, 3) el retiro de infraestructura militar que amenace la seguridad de cualquiera de las partes firmantes, 4) adherirse a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, 5) No desplegar armas nucleares, misiles de corto y mediano alcance fuera del territorio de las partes firmantes.
La ronda de reuniones del 10 al 13 de enero entre Washinton Moscú y la OTAN resultaron ser infructíferas, al desestimar por parte de occidente el proyecto del tratado, argumentan que es inaceptable las exigencias rusas y defienden su derecho a llevar libertad y democracia a los países, e insisten en continuar con su expansión hacia el este de Europa.
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg por su parte declaro que “Las grandes potencias no pueden decidir sobre las más pequeñas”, en referencia a la adhesion de Ucrania a la organización, palabras que no hacen solo que incrementar las tensiones, insiste en que Moscú “no puede decidir lo que los vecinos pueden hacer o no”.
La inflexibilidad occidental empuja a Rusia a considerar no establecer nuevamente mesas de negociaciones hasta que la situación sea diferente y no descartan la posibilidad de instalar misiles en países de America Latina dígase Cuba antiguo aliado de la URSS, Venezuela o inclusive la Nicaragua de Daniel Ortega, El vicecanciller ruso Sergei Ryabkov, advirtió este jueves que «no se puede descartar un despliegue militar de Rusia en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos».
Un despliegue militar ruso cerca de las fronteras norteamericanas a mi juicio encendería las alarmas en Washington, pero sería una manera de estar obligado a sentarse en la mesa de negociaciones con mucha mayor flexibilidad y a considerar seriamente las garantías de seguridad rusa, el no ingreso de Ucrania y Georgia a la OTAN.
Europa que fue excluido de las negociaciones pero que sin duda se tendrá que ajustar al dictado de Washington los mismo que la OTAN, mantuvo silencio ante las propuestas de garantías de la parte rusa, no avizora que el conflicto está un su territorio y que ante un conflicto entre las dos máximas potencias nucleares sería la mayor perdedora del juego de ajedrez, el pronunciamiento de los europeos es mas que importante es vital para definir y reducir la tensión en el conflicto, ¿o es qué a caso los europeos ya no tienen voz sobre sus asuntos?
La inflexibilidad de la OTAN a mi humilde juicio se debe a que ha perdido su espíritu fundamental primero porque su acérrimo enemigo la URSS ya no existe, segundo porque se ha convertido en una agencia vendedora de armas que lo único que busca es mercado para sus equipo militar e incrementar su presupuesto que tan solo en 2020 fue de 1,03 billones de dólares, motivo por el cual el expresidente de EEUU Donald Trump exigió a todos los miembros del organismo que cumplieran con su compromiso de gasto del 2% del PIB en defensa, exactamente en comprar armas a la OTAN, el objetivo es ampliar la cartera de clientes.
El conflicto continuará no habrá una desescalada de las tensiones, por el contrario, la presencia militar rusa en America Latina consecuencia de la inflexibilidad occidental representa un mayor riesgo de conflicto directo, la comunidad internacional, la ONU, deben alzar la voz porque un conflicto entre los dos mayores poseedores de armas nucleares tendrá consecuencias catastróficas para el mundo.
Salvador Luna
Analista Geopolítico especialista en geopolítica de la energía, la competencia estrategica entre Estados Unidos, Rusia y China con sus respectivas guerras proxy.
Salvador ha escrito para diversos medios de Rusia, tambien ha participado en el programa de radio "Que Pasa" de la Agencia de noticas rusa Sputnik.
Diplomado en Análisis Geopolítico. Egresado de Ciencias Políticas y Administración Pública. Miembro de la Academia de Geopolítica y Estrategia de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadistica.