Autor: Salvador Luna
El sabotaje del gobierno de Kiev a los gasoductos rusos que atraviesan su territorio, hizo necesario buscar rutas alternas para continuar con el comercio de Gas Natural a Europa.
Rusia pagaba a Ucrania 2 mil millones de dólares y gas natural a precios preferenciales por derechos de tránsito de tres gasoductos. No fue eso suficiente para que Kiev mantuviera relaciones comerciales estables con Moscú. Los gasoductos Northern lights and Yamal Europe, el Soyuz y el Brotherhood tienen capacidad de entregar 242,000 millones de m³ de GN anualmente, el viejo continente disponía del energético a precios asequibles.
La excanciller alemana Angela Merkel y el expresidente de Rusia Dmitri Medvedev, firmaron en 2010 el acuerdo para construir un nuevo gasoducto en el Mar Báltico; el Nord stream 1 está tendido en aguas territoriales de Finlandia, Suecia, Dinamarca, Rusia y Alemania de 1224 km de longitud y capacidad de 55,000 millones de m³. El nuevo gasoducto ayudó a reducir la dependencia hacia Ucrania que rápidamente reculo en vista de perder un importante ingreso económico.
El éxito de Nord stream hizo ver la posibilidad de ampliar la infraestructura gasífera. La empresa de proyectos Nord Stream 2 AG firmó en 2017 el acuerdo de inversión con ENGIE, Royal Ducth Shell, Unipe y Wintershall para construir un nuevo gasoducto con capacidad de entregar 55,000 millones m³ desde Viborg, Rusia hasta Greifswald, Alemania. Europa podría de esta manera haber asegurado su suministro de energía por décadas.
Hasta antes de la Operación Militar Especial, Rusia abasteció el 45% del gas natural necesario para Europa; Desde Washington se desató una campaña mediática para hacer ver que Moscú utilizaba el gas natural como un medio de presión política, al mismo tiempo de intentar arrastrar fuera de la esfera de influencia occidental a la Unión Europea principalmente Alemania, cómo si Estados Unidos no utilizara cualquier medio de presión a su disposición para subyugar a las naciones. «La dependencia» al gas ruso y NS2 «el arma rusa contra Europa» han sido el centro de la disputa entre Estados Unidos, Rusia y Alemania.
Estados Unidos se convirtió en potencia productora de gas gracias a la explotación por fracking. El gas por fracturación hidráulica alcanzó a proveer el 27% de la fuente de energía primaria en 2008 en el mercado norteamericano. Sin embargo EE.UU. no exportaba el gas, fue hasta 2016 que gracias al cambio de leyes en EE.UU. se autorizó a los productores exportar el gas, en paralelo Europa inició la construcción de terminales portuarias para recibir el energético trasportado en metaneros con costos de hasta 5,000 millones de dólares.
Europa es pionera en políticas verdes «cuidado del medio ambiente», mismas que no le permiten explotar sus reservas de gas natural debido a los daños medioambientales, depende de las importaciones del energético, por el contrario Norteamérica no tiene una regulación tan estricta en este sentido, la explotación de gas esquisto le convirtió potencia, la legislación ambiental europea le permite dominar el mercado de energía.
El informe «Desarrollo del Gas Lutita (SHALE GAS) y su impacto en el mercado energético de México: Reflexiones para Centroamérica», publicado por la CEPAL en 2013 expone que de acuerdo a las autoridades de Estados Unidos para el 2022 «El nuevo escenario de la producción de gas natural podría superar al consumo» en el mercado interno estadounidense, y como consecuencia surgirían «las exportaciones; es decir, el cambio en las leyes norteamericanas junto a la construcción de terminales en Europa podría estar coordinada con el comportamiento de la industria productora de gas. Los países occidentales sabían que tenían suficientes reservas para prescindir del gas ruso.
La siguiente gráfica muestra el incremento de la producción de gas natural en Estados Unidos. EE.UU. prevé exportar hasta 1,4 TPC en 2035 de acuerdo al informe de marras.
El gobierno del expresidente Donald Trump detuvo la instalación de Nord stream 2 en 2019, bajo amenaza de sanciones estadounidenses contra toda organización o empresa que desarrollara trabajos para concluir el proyecto gasístico.
A consecuencia de la OMS y del reconocimiento de las Republicas del Donbass que hizo el presidente Putin, Olaf Scholz jefe de gobierno alemán, suspendió la certificación para el inicio de operaciones de gasoducto Nord Stream 2 con el pretexto de hacer una «reevaluación».
El Presidente Demócrata Joseph R. Biden calificó el gasoducto de ser “una mala idea” y reiteró que “la legislación estadounidense exige imponer sanciones a las empresas que participen en la construcción del proyecto”. La misma política que su antecesor el republicano Trump.
Hasta el momento no existe plan para reiniciar el proceso de certificación, ni mucho menos iniciar el bombeo de GN que tanto requiere Europa, a mi juicio da la sensación de que Alemania fue obligado a detener el gasoducto, porque nadie en su sano juicio pondría en crisis su seguridad energética por mera solidaridad con otra nación, cuando la situación social provocada por falta de energía y sus altos costes hasta siete veces más con las sanciones económicas contra Rusia, podría resultar en una revolución en las calles.
El problema no es la escases de gas natural, el problema es el mercado, ¿quién podría comprar ese excedente de gas, los países africanos, los latino americanos, que carecen de la infraestructura requerida para importar gas a gran escala y absorber el excedente estadounidense? No, tendría que ser la Europa carente de recursos energéticos. Europa es el gran mercado mundial de gas, el problema es el proveedor, Rusia proveedor de primer nivel, debía ser expelido para establecer el nuevo orden energético mundial.
Nord Stream 2 quedó sepultado pero nació PODER DE SIBERIA 2 en él fluirá la energía rusa hacía China para consolidar el mundo multipolar.
Salvador Luna
Analista Geopolítico Mexicano. Egresado de Ciencias Políticas y Administración Pública. Miembro de la Academia de Geopolítica y Estrategia.
Excelente artículo Se. Luna ! Gracias por publicarlo (y)