Salvador Luna Flores
Visita a la nueva Refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco
El jueves 7 de septiembre del presente año, por invitación de La Academia de Energía a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y la Academia Mexicana de Geopolítica y Estrategia, visité la nueva Refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. La finalidad, conocer de primera mano la obra insignia del gobierno del Presidente, Andrés Manuel López Obrador.
En primer lugar, es importante recalcar que, PEMEX no construía una refinería desde 1979, cuando construyó la refinería Ing. Antonio Dovalí Jaime en Salina Cruz, Oaxaca. La paraestatal desde entonces, no hacia inversiones de este tipo, han tenido que pasar 40 años y un presidente nacionalista para que la construcción de una nueva refinería fuera un sueño hecho realidad.
La construcción de la refinería demuestra lo estratega que es AMLO. El presidente conoce lo importante que es para el país disponer de la infraestructura necesaria para suministrar los recursos energéticos requeridos para mantener la economía en funcionamiento.
En un terreno de más de 500 hectáreas en Paraíso, Tabasco, el Presidente Obrador dio el banderazo de inicio de la obra el 3 de junio de 2019, la refinería Olmeca es “un proyecto estratégico para lograr la autosuficiencia energética y abatir la elevada importación de gasolinas para abastecer el mercado nacional”, declaró Obrador, durante la ceremonia. De esta manera, México despertaba de su letargo energético, el cerco energético en que fue sumergido por los gobiernos neoliberales durante más de cuatro décadas comenzaba a derrumbarse.
Desde el inicio la refinería Olmeca ha sido un tema muy controversial en la opinión pública del país. Muchos medios comunicación hacen referencia al ajuste en los costos de construcción de la refinería, la demora en el inicio de operaciones e incluso señalan que presenta riesgo de inundaciones, con la finalidad de intentar opacar la magnitud del proyecto que encabeza Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, sin embargo, son señalamientos sin fundamentos sólidos.
La refinería Olmeca, en primer lugar, está construida sobre un terreno que requirió ser dragado y posteriormente rellenado con materiales que le permiten tener solidez necesaria para soportar tal infraestructura. El terreno se elevó cuatro metros para precisamente evitar inundaciones en el temporal de lluvias.
Inicialmente en 2019, el gobierno estimó que la refinería costaría 8,000 millones de dólares, sin embargo, el costo se elevó a más de 15,000 mdd, hay que tener mucho cuidado cada vez que escuchamos este tipo de “noticias”, quienes a propósito señalan el aumento en el costo, no considera la inflación de los precios, las interrupciones en las cadenas de suministro durante la pandemia y sobre todo las ampliaciones que sobre la marcha se fueron haciendo al diseño de la refinería para aumentar su capacidad, misma razón, por la cual se pospuso el inicio de operaciones.
Como Analista Geopolítico, tengo la inquietud de conocer cómo México podría aprovechar todo el potencial energético para pasar de ser un dependiente energético en el rubro de la gasolina, a convertirse en exportador de gasolinas de clase mundial, así que atendiendo a mi pregunta uno de los ingenieros en jefe de la refinería contesta que será necesario construir dos refinerías más para desarrollar el potencial de exportación que tiene México.
Personalmente, consideró que la construcción en tiempo record de la refinería es un éxito de la ingeniería mexicana, es evidencia de que, hoy una vez más, México está a la vanguardia en la industria petroquímica, tiene la capacidad tanto como la industria norteamericana, brasileña o rusa. México debe seguir aprovechando los recursos energéticos de que dispone y el conocimiento y capacidad de gente muy valiosa como el Ingeniero Felipe Ocampo Larrea para potenciar la producción energética al máximo.
Por último, se desmiente la tan sonada mentira de las elites neoliberales que gobernaron durante cuatro décadas, que PEMEX era una empresa obsoleta que se tenía que vender porque no era rentable. La otra gran mentira era México se quedaría sin petróleo en 20 años, eso lo decían a principios de la década de los 90, para justificar la venta PEMEX. Los neoliberales querían desmantelar y vender PEMEX, tal como lo hizo el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, quien privatizó trenes, aeropuertos, puertos, minas, banca y otras empresas paraestatales que eran la fortaleza económica de la nación. La refinería Olmeca es evidencia de que la paraestatal no es obsoleta, no está muerta y no es ineficiente.
México debe continuar la marcha que inició en 2018, porque ese camino nos llevará a lograr la tan anhelada independencia energética que requiere el país para romper el cerco geopolítico que mantiene reprimido su potencial.